30 junio, 2007

Otra Puerta

Toda tu vida, lo único que has visto es una puerta. Y te has evaluado a ti mismo desde una puerta. El día que llegaste, te evaluaste a ti mismo desde esa puerta.
La puerta que atravesaste el día que naciste, es una puerta. Y el día, hipotéticamente, en que te vas a ir es otra puerta. Y todo es evaluado entre esas dos puertas.
Pero hay una puerta distinta. Y esa puerta te conduce hacia ti.
No tiene sentido medir las cosas considerando esas dos puertas: esas dos puertas con las que mides todo. No hay nada que puedas hacer al respecto. No puedes hacer nada sobre el hecho de haber nacido. Naciste. Esto es todo. Ha comenzado. Y un día, estarás suficientemente cerca de la otra puerta, y bastará una oscilación, bum, y estarás acabado. No tienes que forzarlo. Es automático. Totalmente automático. Ni bien llegas. Con elegancia, sin elegancia, se abre y todos se van: “¿Qué pasó?”
Y luego todo el drama, las traumas empiezan. Pero no para ti. La gente se lamenta. “Oh, era un buen tipo.” “Era una buena persona.” Demasiado tarde. Deberían haberlo dicho mientras estabas vivo. Pero, aún eso es raro. Porque vi un tipo. Él sabía que se iba a morir, entonces hizo su funeral estando vivo. Vestía una corbata de moño. Y andaba por ahí con una copa de champaña en la mano. Y toda esta gente había sido invitada. Era un funeral “vivo”. Todos se despidieron de él y quiero decir, era como: “Wow.”
Pero, hay otra puerta. Tal vez no te des cuenta que cada oportunidad que tiene, tu corazón golpea a esa puerta. Abre. Siente, mira, comprende, date cuenta, entiende.
Está en esa alegría, está en ese sentimiento cada momento. Ésa es la verdadera sabiduría, la verdadera comprensión.

Maharaji

Etiquetas:

Free Web Counters
Free Hit Counters